

Sin acceso a la cultura específica de la comunidad LGTBI+, las generaciones futuras no tendrán la posibilidad de adquirir referentes y conocer todas sus posibles realidades. Reconocemos los espacios culturales como lugares seguros para nuestra comunidad, donde encontrar a personas afines y vivencias comunes. Estos lugares sirven como foco para engendrar discurso y políticas en favor de la diversidad y otros derechos humanos. Reconocer también el riesgo que estos espacios tienen de ser focos de estrategias de blanqueamiento para empresas y gobiernos, así como de discursos y delitos de odio.
En el ámbito de los derechos trans, el pleno considera que el tratamiento que las personas trans están recibiendo por parte de los diferentes sistemas de salud tiene un enfoque apoyado en la inercia histórica y no en sus realidades. Es necesario plantear un enfoque holístico de la atención a las personas trans basado en sus derechos y su agencia, que les proporcione la información que necesiten para que puedan determinar sus procesos. Es voluntad de esta asamblea el trabajar para modificar estos procesos asistenciales para evolucionarlos hacia un modelo transpositivo.
En ámbito de la salud, y particularmente de la salud mental, vemos necesario concienciar tanto a los sistemas de salud como a las propias asociaciones activistas de la importancia de cuidar la salud mental, atendiendo a los comportamientos disfuncionales que pueden darse y se dan en las diferentes realidades. Esto cobra especial importancia en el autocuidado y la sanación de las propias heridas entre quienes hacen activismo. Consideramos de especial importancia atender a la interseccionalidad en el activismo, revisando y transversalizando todas las líneas de trabajo para atender a la diversidad de todo el colectivo y reflejar problemas de todas sus realidades.
Queremos poner en valor a las figuras históricas que han aportado su conocimiento, su talento y su empeño en hacer avanzar a la ciencia, pero que aún así han sido silenciadas. No podemos ignorar los muchos sesgos que se dan en el ámbito de la producción científica y académica, donde se disfrazan opiniones personales como discurso científico. El mundo académico debe dejar de estigmatizar las investigaciones relacionadas con las temáticas LGTBI+ y admitir que es víctima de presentismos y eurocentrismos, incluso llegando a utilizar a las infancias LGTBI+ y, en concreto trans, en campañas de desinformación y transfobia.
Partiendo del entendimiento de lo queer como lo raro y extraño, insistimos en que lo queer ha existido siempre y no sólo restringido al ámbito LGTBI+. Se propone cambiar el foco de los análisis, desde la idea de que somos excepciones a la realidad de que todas somos personas diferentes. En este sentido las escuelas, hasta ahora dispositivos de enderezamiento de todo aquello que se sale de la norma, deben replantearse, reconstruyendo la pedagogía desde una perspectiva queer. Con nuevas narrativas y nuevas pedagogías acerca del feminismo y lo queer, avanzaremos hacia modelos sociales más diversos. Por último, se propone mantener la revisión constante del sujeto político del feminismo para recordar que su objetivo es la lucha contra el patriarcado y no entre personas.
A Coruña, 23 de octubre de 2022.