Se acaba el año 2020, ¡que ya tardaba! Pasará a la historia como el año de la COVID-19 y, como no se deja de hablar de todas las lecciones que nos ha enseñado, hemos querido pensar con cuáles nos quedamos nosotras.
La salud es lo primero
Obviamente, no podíamos empezar por otra parte. Este año 2020 nos ha enseñado que se puede cantar a coro con les vecines del barrio desde el “Resistiré” del Dúo Dinámico hasta el Himno de Galicia, pasando, como no, por el sobreviviré de Mónica Naranjo. A nadie le cabe duda ahora de qué pasa cuando nos falta una vacuna, pero nosotrxs ya lo sabíamos bien. Lo dijimos bien alto y claro en 2019 cuando defendimos el acceso universal a las vacunas del VPH y la hepatitis A, a las que tenemos derecho los hombres gais y bisexuales, aún cuando nos costó lo suyo acceder a ellas.
Como colectivo sabemos bien lo que es vivir una pandemia; fuimos, de hecho, responsabilizados por la del VIH y seguimos esperando una vacuna o un tratamiento definitivo, que nunca acaban de llegar. Aúnque se hayan logrado importantísimos avances, queda mucho por hacer y no podemos olvidar que todavía hay gente en el mundo que no tiene acceso a los tratamiento antiretrovirales y termina desarrollando SIDA. Como para la serofobia la única vacuna está en la educación, hemos seguido trabajando en el proyecto Fighting Barriers junto con SocialDocs.
Así que cuidémonos estas fiestas recordando la regla de las 3M: ¡manos, mascarillas y dos metros de distancia!
¡Se está tan bien en las nubes!
Y no hablamos de dormirnos en los laureles, porque durante el confinamiento aprovechamos el tiempo. Prueba de ello es esta ma-ra-vi-llo-sa página web. También hicimos una limpieza del archivo digital de la asociación que habría hecho llorar de felicidad a Marie Kondo y con la que desempolvamos recuerdos de una década de activismo.
Descubrimos una nueva manera de charlar con las amigas sin necesidad de tener que invitarlas a un té con pastas: los directos de Instagram.
Nada está escrito en piedra
La pandemia nos ha forzado a ser flexibles y hasta incluso a improvisar. Fueron varios los eventos que tuvimos que aplazar, como la celebración de los XXXII Encuentros Estatales LGTBI; o muy a nuestro pesar, cancelados, como la entrega del Premio Marcela y Elisa a nuestro querido Lázaro Louzao.
Pero nos quedamos con el reverso positivo: ni la pandemia ha podido evitar que este año 2020 hayamos sacado adelante más de 40 actividades o que hayamos el premio Insua dos Poetas en la categoría de acción social.
La Unión hace la fuerza
Pese a todo, confiamos en que la nueva Estrategia para la Igualdad de las Personas LGTBIQ, presentada recientemente por la Comisión Europea, permita el avance de nuestros derechos en toda la Unión. En cualquier caso, nosotras ya estamos haciendo amigues. El pasado mes de febrero ingresamos en las federaciones internacionales ILGA e IGLYO y además colaboramos estrechamente con la asociación Consensus en proyectos europeos de protección de los derechos de las víctimas de delitos de odio.
Sin cultura no hay Orgullo
La cultura ha sido uno de los pilares que nos ha mantenido a flote durante el confinamiento. ¿Qué sería de nosotres sin conciertos online, sin series ni películas o sin libros que contaran nuestras historias? Paradójicamente ha sido también uno de los sectores más duramente golpeados por esta crisis, así que haznos el favor, pierde a Amazon de vista y estas fiestas regala cultura LGTBI. En el nuevo año seguiremos apoyando a iniciativas como el CoruFest y contando con escritores como Bruno Bimbi.
Lo esencial es invisible a los ojos
Esta frase de El Principito se ha visto tristemente validada. A falta de cerrar el año, podemos afirmar que el futuro informe del Observatorio Coruñés contra a LGTBIfobia tendrá muy presente a las personas más vulnerables de nuestra comunidad: mayores, jóvenes y migrantes han padecido la soledad, los armarios forzados y han sufrido la fragilidad de nuestro debilitado sistema de bienestar. Como entidad social que somos, creemos firmemente en la máxima de que no se debe dejar a nadie atrás.
No hay lugar como el hogar
Llevábamos mucho deseándolo y este año 2020, por fin es una realidad. ¡Tenemos local! Ha sido un esfuerzo grupal enorme y habría sido inalcanzable de no ser por la ayuda de todas las personas asociadas y entidades amigas. Prometemos no olvidarnos de nuestros orígenes y estaremos eternamente agradecidxs al bar O Alfaiate, que tantas reuniones vio, y a la asociación Poten100mos, que nos acogió durante los últimos 2 años.
¡Estamos deseando que la pandemia sea historia para poder organizar la fiesta de inauguración que nos merecemos! Mientras tanto, si quieres, puedes aportar tu granito de arena para que nuestro local despegue del todo.
Lo positivo siempre suma
Las personas trans sabemos lo que es ser dejadas de lado, incluso cuando fuimos las primeras que alzamos la voz y clamamos Orgullo, ya fuera en Nueva York o en las Ramblas. Una vez más volvemos a hacerlo para que, pronto, todes logremos el pleno reconocimiento legal de nuestra realidad. Por que más que teorías, tenemos razones.
El cambio necesita de inversión
A mayores de una nueva legislación, es necesario que se cumplan y hagan cumplir las leyes LGTBI autonómicas ya en vigor y que todas las instituciones apuesten decididamente en sus partidas presupuestarias por la igualdad. Defender los derechos LGTBI no es sacar una banderita el 28 de junio; como mínimo exige no recortar los fondos de servicios que ya hacen mucho con muy poco. ¡Toda nuestra solidaridad con nuestras compañeras de Madrid!
Y la última: siempre es mejor ver el vaso medio lleno
No queremos despedirnos de este año 2020 sin hacer un ejercicio de resiliencia y buscar lo positivo. Con la llegada de las primeras vacunas vemos cada vez más cerca el fin de la pandemia. ¡Preparaos, porque además de la vacuna frente a la COVID-19, las entidades de la FELGTB os recetamos un 2021 lleno de Feminismo, Igualdad y Derechos Humanos!