¡Y se acabó el 2021! - ALAS A Coruña

Parece mentira, pero ya se acabó el 2021. Y no es que haya sido un año paradito ni mucho menos, ¡qué va! Hemos tenido de todo. Dejando de lado las grandes noticias que son de sobra conocidas por todas, como la omnipresente pandemia, el volcán de La Palma o los Juegos Olímpicos de Tokio, nosotras tenemos nuestras propias reflexiones que, un año más, queremos compartir con todas nuestras amigas, con su té y sus pastitas correspondientes.

¿Y por dónde empezar?

Pues como no ha sido el mejor de los años, ¡empecemos por lo mejor! En este 2021 hemos podido volver a vernos en persona y reencontrarnos en eventos presenciales. Así, hemos disfrutado por partida doble de los premios Marcela y Elisa, reconociendo el trabajo de Carolina iglesias (AKA Percebes y Grelos) y de Lázaro Louzao (¡un año lo hemos tenido en barbecho al pobre!). También hemos podido recuperar las jornadas DinamizALAS, con charlas sobre violencia intragénero, compositores LGTBI y un baño de realidad sobre la situación de nuestra comunidad en Perú.

Y es que si el pasado 2020 nos quedaba clara la importancia de vivir en las nubes, este 2021 nos moríamos de ganas de volver a salir a reivindicar nuestros derechos el día del Orgullo así que, megáfono en una mano y pancarta en la otra, gritamos bien fuerte “Os dereitos humanos non se negocian, lexíslanse: Lei trans integral xa!“. Además, y teniendo en cuenta el efecto de la COVID-19 sobre la industria cultural, quisimos invitar a las librerías a sumarse a nuestras celebraciones y dejar bien claro que en A Coruña ¡sin cultura no hay Orgullo! Así que ahora que toca hacer la carta para los Reyes Magos (o Magas), no olvidéis de hacer vuestras reservas en las librerías locales.

Pero motivos nos sobran

Ya que la LGTBIfobia tampoco descansa. Ahora que se acabó el 2021 podemos decir que nuestro observatorio ha sido más eficiente que nunca, ya que cada vez hacemos más con menos (nótese el sarcasmo). Con todo, nos reconforta saber que a falta de apoyo institucional, nuestra comunidad tiene el apoyo una gran parte de la ciudadanía, que manifestó muy claramente que quiere ¡Justicia para Samuel! Justicia que también pedimos para todas las víctimas de la LGTBIfobia en nuestro país y más allá de nuestras fronteras.

Nosotras seguimos creyendo y apostando por la educación en igualdad, la herramienta más poderosa para erradicar los discursos de odio. Prueba de ello son las casi 1250 personas que han participado en nuestros talleres sobre diversidad afectiva, sexual, de género y familiar. Nuestra más sincera gratitud para con los nueve centros educativos que nos han abierto sus puertas en un curso tan difícil.

Una pandemia que no cesa

Y, seguramente para sorpresa vuestra, no hablamos de la de la COVID-19. Esa ya la tenéis hasta en la sopa (y desde ómicron, ni te cuento). Nos referimos ahora al VIH, que este 2021 ya cumple cuatro décadas y no sale en el telediario más que el 1 de diciembre. El pasado 2020, 680.000 personas perdieron la vida como consecuencia de complicaciones del SIDA, la mayoría de ellas en países en desarrollo, donde no tienen acceso a los tratamientos antirretrovirales. Pese a todo, en toda España se están dando problemas con el acceso a la PrEP y nosotras mismas llevamos más de un año esperando a que el ACIS organice los cursos de capacitación para la prueba rápida de VIH.

Un año más seguimos siendo las pesadas que no dejan de repetir que “Indetectable = Intransmisible” y que la serofobia no tiene cabida en una sociedad pretendidamente avanzada. Es por ello también que, por tercer año consecutivo, hemos vuelto a trabajar en el proyecto Fighting Barriers, en colaboración con otros agentes sociales de nuestra ciudad como CASCO, la productora SocialDocs y el servicio de Medicina Interna del Hospital A Coruña.

Nuestros deseos para el 2022

¿De verdad os pensabais que no íbamos a aprovechar para meter una carta a las reinas magas de tapadillo? Junto con nuestras compañeras de la FELGTBI+, confiamos que en 2022 veamos por fin aprobada la ley estatal LGTBI y Trans. También pedimos no tener que salir a la calle nunca más por casos como los de Alberte, Alexander o Marcos. Queremos que se haga justicia y que el 2022 nos traiga un país sin odio. Y, ya puestas a pedir ahora que las elecciones se acercan, no estaría de más tener unas administraciones que nos escuchen y posibiliten nuestro trabajo.