Por Pablo Zas Varela, maestro de educación infantil y técnico del Observatorio Coruñés contra a LGTBIfobia.
Para los más afortunados, estos días de vacaciones comenzaban ya el pasado día 9 de abril. Ese mismo día, los integrantes de las múltiples cofradías de toda Galicia empezaban ya a notar los nervios por la gran semana que les venía por delante, se apuraban a realizar los últimos retoques en sus características vestimentas, decoraban a sus vírgenes y santos e incluso algunos tambores empezaban a llenar de ruido nuestras calles. Por desgracia, no todo iba a ser fiesta y tradición. Sin permiso de las otras, la procesión del Santo Odio también volvió a campar a sus anchas por nuestra comunidad, pues en menos de 10 días estos fueron los sucesos más desagradables que conocimos:
- Rompen la nariz y dejan inconsciente a un músico en una agresión homófoba en Ourense
Un grupo de punk-rock de Valencia se encuentra de gira por Galicia y después de su actuación en el evento Baixo Terra en la ciudad de Ourense… uno de los integrantes del grupo valenciano “AMOR” era increpado verbal y físicamente hasta dejarlo inconsciente al grito de “¿de qué vas disfrazado? ¡Puto Maricón!” ¿No era el final de párrafo que esperabas? ¿parecía que iba a terminar con éxito absoluto y fiesta? Pues sí, eso parecía. Pero no.
- Dos chicos denuncian que recibieron una paliza en Vigo tras besarse en una céntrica plaza de la ciudad Dos jóvenes de 22 y 23 años, plaza de Portugal (Vigo)…Podría ser el principio de una feliz historia, pero tomaron la fatal decisión de besarse en público, acto que provocó la respuesta inmediata de un ser que pululaba por la zona junto con un grupo de gente ¿El final? A uno de ellos le fracturaron el tabique nasal, le desgarraron una oreja y le dejaron hematomas en la cara y el cuerpo, y al otro le rompieron una muela y le causaron contusiones en un brazo
- Actos vandálicos en un mural por la igualdad en Verín: borran la bandera LGBTComo bien decía Encarnita “¿A quién no le va a gustar un baptisterio paleocristiano romano del siglo primero?” ¿A quién no le va a gustar dejar su huella marcada en algún sitio? Esto fue lo que debió de pensar el ente que, no solo borró la bandera LGTBI de un mural en favor de la diversidad en la localidad de Verín (como recoge el titular de la noticia), sino que pintó por encima una esvástica y lo acompañó de un ilustrado “pola patria”. En fin, algo tenemos que reconocer, esta vez hicieron los deberes en casa y la esvástica la dibujaron a la primera y no como el verano pasado en Carballo.
Esto es humor, pero las noticias son reales. Los actos que se describen son la muestra de que el odio sigue procesionando día a día nuestras calles y por desgracia, no son como las procesiones que salen una vez al año.
Recuerda que si eres víctima o presencias algún tipo de discriminación contra el colectivo LGTBI estamos aquí para ayudarte. Que no te silencien, ¡DENUNCIA!